lunes, 25 de julio de 2011

No dejes que tu llama espiritual se apague

Cuenta una historia que un rey muy rico de la India, tenía fama de ser indiferente a las riquezas materiales y hombre de profunda religiosidad, cosa un tanto inusual para un personaje de su categoría. Ante esta situación y movido por la curiosidad, un súbdito quiso averiguar el secreto del soberano para no dejarse deslumbrar por el oro, las joyas y los lujos excesivos que caracterizaban a su Rey.

Inmediatamente después de los saludos que la etiqueta y cortesía exigen, el hombre preguntó: “Majestad, ¿cuál es su secreto para cultivar la vida espiritual en medio de tanta riqueza?

El rey le dijo: "Te revelaré mi secreto, si estas dispuesto a recorrer mi palacio para comprender la magnitud de mi riqueza; Pero con una condición, Cual es esa condicion, Majestad ? - Pregunto el súbdito.

“En nuestro recorrido tu llevarás una vela encendida. Si se te apaga, te cortaré la cabeza". Le contestó el Rey. A lo cuál el súbdito accedio.

Al término del paseo, el rey le preguntó: "¿ Y ahora Qué piensas de mis riquezas?" La persona respondió: "No vi nada. Sólo me preocupé de que la llama no se me apagara". El rey le dijo: "Ese es mi secreto; Estoy tan ocupado tratando de avivar mi llama interior, que no me interesan las riquezas de fuera".

Muchas veces deseamos vivir como mejores cristianos y tener vida espiritual, pero sin decidirnos a apartar la mirada de las cosas de este mundo temporal que nos rodean y nos deslumbran con su aparente belleza.

Procuremos "ver hacia adentro" y avivar nuestra llama espiritual, pues: Al tener nuestra mente y nuestro corazón puestos en el Señor, podemos aprender a conocerle y amarle.
Las trivialidades y preocupaciones de la vida no podrán apartarnos del buen camino. Crecerá nuestro amor por la familia y nuestros semejantes, que son imagen de Dios. Viviremos alegres en está vida, preparándonos para alcanzar la felicidad eterna al lado de nuestro Padre Celestial.

Que Dios te bendiga Siempre !

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