Se contaba la historia de un hombre rico que creía que su hijo necesitaba aprender a ser agradecido. Así que le envió a pasar una temporada con la familia de un pobre agricultor. Después de un mes, el hijo regresó. El padre preguntó: "Ahora bien, ¿acaso no aprecias lo que tenemos?" El muchacho lo pensó por un momento y dijo: "La familia con la que estuve es mucho más rica. Ellos disfrutan comiendo juntos de lo que han plantado. Y siempre parecen tener tiempo los unos para los otros".
Lectura:
ISAIAS 55: 1-5
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