sábado, 17 de marzo de 2012




NUESTRO PAN DIARIO

17/03/2012

Una palabra para los cansados
Lectura: Isaías 50:4-10

El Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado. —Isaías 50:4

Los israelitas estaban agobiados. Los babilonios los habían llevado cautivos y obligado a vivir en una nación lejos de su tierra. ¿Qué podía ofrecerles el profeta Isaías a estas personas cansadas, para ayudarlas?

Les comunicó una profecía de esperanza: un mensaje de Dios referente al Mesías prometido. En Isaías 50:4, el Salvador en persona describió el descanso y la consolación que un día Él mismo traería: «El Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado».

Estas palabras de solaz tenían un destino doble: aquellos exiliados y las generaciones futuras cuyas vidas experimentarían el toque de la compasión de Cristo. En los Evangelios, vemos que Jesús cumplió esa profecía expresando «palabras al cansado». A las multitudes que lo seguían, les declaró: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar» (Mateo 11:28). ¡Qué palabras tan compasivas!

Jesús nos dejó un ejemplo de cómo ayudar a las personas cansadas y agobiadas. ¿Conoces a alguien que necesite una oportuna palabra de estímulo o el oído atento de un amigo que muestra genuino interés? Una palabra de consuelo para el cansado puede hacer mucho bien.
—HDF

Se necesita compasión para sanar las heridas de los demás.






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