domingo, 8 de julio de 2012
Dormir en tiempos de Insomnio
El Dormir y el Sueño en la Biblia
Un viejo principio de la psicología y la medicina indica que para conciliar el sueño hay que tener la cabeza fría y los pies calientes. ¿Cómo tener la cabeza fría en la noche si durante el día se vive a un ritmo más acelerado del que soporta el cuerpo? Hace unos años, para poder dormir, la gente iba al médico de familia y le recetaba algún hipnótico. Ahora se sabe que existen lugares especializados donde se diagnostica y estudia el trastorno del sueño. Eso explica, entre otras causas, el crecimiento de las consultas. Es gente que entendió que el insomnio no es una enfermedad sino un síntoma de la vida moderna que hay que escucharlo y enfrentarlo como a la mayoría de los males que se expresan de noche: la fiebre, los dolores físicos y los del alma.
Pero es suficiente con eso…
¿PERO, DE QUÉ ESTAMOS HABLANDO?
El insomnio es la manera del cuerpo de decir algo. Es un síntoma. Muchas cosas pueden causar el insomnio. Cosas como el estrés, demasiada cafeína, la depresión, cambios en el trabajo, dolores físicos y sobre todo la angustia y la preocupación.
Mucha gente tiene insomnio. La gente que tiene insomnio puede, no poder conciliar el sueno, puede despertarse varias veces durante la noche y tener dificultad para poder volverse a dormir, o se puede despertar demasiado temprano por la mañana.
No es realmente un problema serio para la salud, sino que muestra a la persona cansada y vuelve a la persona irritable. Puede también no permitir el concentrarse y fijar la atención durante el día, por lo tanto causa problemas en el estudio y el trabajo.
¿CUÁNTO SUEÑO NECESITAMOS?
La mayoría de los adultos necesitan aproximadamente de 7 a 8 horas de sueño cada noche. Sabemos que estamos durmiendo lo suficiente si no nos sentimos soñolientos durante el día. La cantidad de sueño que necesitamos es casi igual a través de toda la edad adulta. Sin embargo, los patrones del sueño pueden cambiar con los años. Por ejemplo, gente mayor puede dormir menos en la noche y tomar siestas durante el día.
¿CÓMO SE TRATA EL INSOMNIO?
Si usted tiene dinero, puede irse al Japón. Los japoneses dicen haber creado “una técnica” para dormir. Para los japoneses, las dificultades a la hora de conciliar el sueño representan un gran problema. Tan grande que ya le encontraron una solución a la medida de sus bolsillos. Se trata de una técnica que puede hacer dormir al japonés más estresado sin necesidad de ningún medicamento.
Sólo hay que armarse en casa un rincón que combine confort y tecnología. Un espacio con una cama especial, una gran pantalla de televisión y paredes acústicas. La habitación del sueño se completa con un juego de luces y de sonidos programados para calmar el estrés y lograr que duerman sin interrupciones. La pantalla de televisión emite imágenes que inducen a la calma:
paisajes con océanos, playas y praderas muy verdes. Los sonidos son de olas que acarician playas o murmullos del viento. La cama tiene masajeadores que comienzan a actuar apenas uno se acuesta.
Los primeros movimientos se focalizan en la espalda y las zonas más contracturadas. Cama, audio, video y luces trabajan bajo las órdenes de una computadora que puede programar diferentes rutinas.
Los interesados sólo tienen que aclarar si precisan un descanso nocturno o si sólo quieren disfrutar de una siesta.
Después, sólo deben entregarse a los brazos de esa cama inteligente y no olvidarse de programarlos. Antes, los japoneses deben pagar el equivalente a 25 mil euros. (32.000 dólares) Algo que a ellos, evidentemente, no les quita el sueño.
Y PARA LOS POBRES. ¿HAY ALGO?
Para “los que sueñan con dormir” el tratamiento del insomnio puede ser simple, una vez que el problema que lo está causando sea resuelto. Aunque esto parezca obvio, es así. La llave es descubrir qué está causando el insomnio para poderlo tratar directamente.
Algunos creen que simplemente realizando algunos cambios en los hábitos del sueño, o sea las costumbres que tenemos momentos antes de irnos a dormir, ayudaría. Este concepto es muy viejo, viejísimo. Hoy cambiaron las recetas, pero los “ingenuos” consejos caseros, o de viejas (sin ánimo de ofender a las ancianitas…) existieron siempre, sobre todo negando las causas que producen el insomnio. Algunos dirán que les hicieron bien, pero son aquellas personas que no
tienen verdaderos problemas que les quiten el sueno. Quizá sólo pasa por estar “muy descansados siempre”.
¿CUÁLES SON LAS RECETAS CASERAS DE HOY Y DE SIEMPRE?
Aquí están algunas recomendaciones de los especialistas que usted puede seguir para ayudarle a dormir mejor:
1. Adopte una rutina. Acuéstese y levántese a las mismas horas todos los días.
2. Use el dormitorio y la cama sólo para dormir y la intimidad, no para hablar por teléfono, ver televisión, comer o jugar con los hijos.
3. Tome un baño caliente antes de irse a dormir
4. No se acueste inmediatamente después de cenar.
5. Evite el preocuparse al estar en la cama.
6. Cerciórese de que su dormitorio sea reservado y oscuro.
7. Si el ruido es un problema, utilice tapones para los oídos.
8. Si usted debe dormir durante el día, porque trabaja de noche, cierre las cortinas o use una mascarilla o venda para los ojos.
9. Si usted sigue despierto después de intentar dormir por 30 minutos, levántese y vaya a otro sitio. Siéntese en la sala durante 20 minutos antes de ir de nuevo a cama. Haga esto tantas veces como usted necesite hasta que le venga el sueño.
10. Antes de ir a la cama puede picotear algo. Un vaso de leche tibia puede ser suficiente.
11. No se acueste inmediatamente después de cenar
12. Evite dormir la siesta, podría empeorar su insomnio de noche.
13. Aprenda a reducir o manejar la tensión en su vida.
Todo esto puede ayudar, pero aunque son recetas modernas no difieren mucho de los viejos consejos que se oían en el tiempo del rey David.
CONSEJOS ANTIGUOS, PERO SABIOS.
Al leer el Salmo 127:2, el rey David desvaloriza los consejos domésticos de hace 3000 anos. Él nos dice que: “Es en vano que se levanten temprano, se acuesten tarde trabajando duro todo el día, pues con todo eso no van a conciliar el sueno”. ¡Pero parece razonable el consejo! Con un día
largo y lleno de fatiga, pareciera que es la cama la que nos llama…Sí, pero con todo ese esfuerzo, si hay preocupación en la mente, e inquietud en el corazón, el sueno “no viene…” Y David nos dice el por qué: “Porque a su amado dará Dios el sueño.” En otras palabras: El sueño es un regalo de Dios a los que se sienten amados por él.
Frente a esta declaración podemos deducir qué buen dormir tenía el apóstol Juan.
David era un experto en tratar con el insomnio. Ya nos habla del buen dormir en el Salmo 3:5 y en el 4:8. Palabras que muchos de nosotros repetíamos de muy niño a la hora de ir a la cama.
¿CUÁL SON ESOS SECRETOS DEL BUEN DORMIR?
En el primer pasaje, el sentirse sostenido por el Señor es suficiente para colocar la cabeza en la almohada y dormir hasta la mañana siguiente. El saber que el Señor está, y está sosteniéndonos en sus manos. Nuestro Salvador nos lo recuerda en Juan 10:28 y 29: “…nadie podrá arrebatármelas de la mano…ni de las manos de mi Padre”.
En el texto siguiente la experiencia es más dinámica. David nos dice: “En paz me acuesto y me duermo, porque solo tu Señor, me haces vivir confiado”. El hecho de acostarse y dormir depende de su confianza durante la vigilia, o sea, durante los momentos que estuvo despierto. El sueño, con su descanso reparador depende directamente de la confianza que he depositado en el Señor durante el día.
LAS PÍLDORAS ESPIRITUALES PARA DORMIR
Sin la inversión en una habitación especial, ni recordar una larga lista de recomendaciones, los hijos de Dios sólo tenemos que tomar tres dosis espirituales diarias:
· La primera dosis es sentirnos amados por el Señor. Salmo 127:2
· La segunda dosis es sabernos protegidos en sus manos y en las manos del Padre. Juan 10:28 y 29:
· La tercera dosis es vivir el día confiando en él. Salmo 3:5 y 4:8 Creamos estas realidades y promesas y disfrutemos del descanso reparador que nos otorga nuestro buen Padre y Dios.
Tomado de la revista “Momento de Decisión”, www.mdedecision.com.ar
Usado con permiso
DevocionalesCristianos.org
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