SEPTIEMBRE 24, 2012
Renuevo de Plenitud
¿A quién intentas agradar hoy?
Una vez, un joven estudió violín con un
maestro de renombre mundial. Trabajó arduo durante varios años para
perfeccionar su talento y al fin llegó el día cuando se le pidió que diera su
primer importante recital en público, en la gran ciudad donde vivían ambos, él
y su maestro.
Luego de cada selección
que él presentaba con gran habilidad y pasión, el violinista parecía receloso
ante los grandes aplausos que recibía, aun sabiendo que aquellos en la
audiencia eran astutos en la música y no dados a aplaudir presentación alguna
que no fuera de calidad superior. El joven actuaba como si no pudiera escuchar
el aprecio que era derramado sobre él.
En el cierre del último
número, los aplausos fueron estruendosos y se escucharon numerosos Bravos. No
obstante, el talentoso joven violinista tenía sus ojos fijos en un solo lugar.
Al fin, cuando un anciano en la primera fila del balcón sonrió y asintió con su
cabeza en señal de aprobación, el joven se calmó y brilló con alivio y gozo.
¡Su maestro había alabado
su trabajo! Los aplausos de miles no significaron nada hasta que él ganó la
aprobación del maestro.
¿A quién intentas agradar
hoy? Nunca podrás agradar a todos, pero sí a Aquel que es más importante, tu
Padre Dios. Mantén tus ojos en él y no fracasarás.
Perdonar quiere decir
ceder tu derecho de castigar a otra persona.
Gálatas 1:10
¿Busco ahora el favor de los hombres o el de
Dios?
Fuente: EL libro
devocionario de Dios para los jóvenes, Editorial Unilit.
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