Cuidado con servir a Dios.
"El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay,
siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos
humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues
él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas"
Hechos 17:24-25
No glorificamos a Dios proveyendo para sus necesidades, sino
orando para que Él provea las nuestras, y confiando en que Él responderá.
En esto estamos en el centro de las buenas noticias del
hedonismo Cristiano. La insistencia de Dios en que pidamos para darnos ayuda,
de forma que Él se lleve la gloria (ver Salmos 50:15), nos fuerza al asombroso
hecho de que hemos de tener cuidado con servir a Dios y tener especial cuidado
por dejar que Él nos sirva, para que no le robemos su gloria.
Esto suena muy extraño. La mayoría de nosotros piensa que servir
a Dios es algo completamente positivo; no hemos considerado que servir a Dios
puede ser un insulto para Él. Pero el meditar en el significado de la oración
exige que consideremos esto. Hechos 17:24-25 lo deja claro.
Este razonamiento es el mismo que el que hace Robinson Crusoe
acerca de la oración: Salmos 50:12 y 15: "Si yo tuviese hambre, no te lo
diría a ti; porque mío es el mundo y su plenitud... invócame en el día de la
angustia; Te libraré, y tú me honrarás".
Esto indica que, evidentemente, hay una forma de servir a Dios
que lo menosprecia, como si necesitara de nuestro servicio. Marcos 10:45 dice:
"El Hijo del Hombre no vino para ser servido sino para servir". Su
objetivo es ser el siervo. Él busca llevarse la gloria como Dador.
JP.
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