martes, 8 de enero de 2019










Gana lo que no
puedes perder.

 "Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios"
Marcos 10:27

Aquí tenemos dos incentivos de parte de Jesús para convertirnos en cristianos mundiales y dedicarnos a la causa de las misiones transfronterizas.

1) Todo lo que es imposible para los hombres es posible para Dios. La conversión de los pecadores endurecidos será la obra de Dios, de acuerdo con su plan soberano. No tenemos que temer o angustiarnos por nuestra debilidad. La batalla es del Señor, y Él dará la victoria.

2) Cristo promete obrar por nosotros y estar por nosotros tanto que, cuando nuestra vida misionera termine, no podremos decir que hemos sacrificado nada (ver Marcos 10:29-30).

Cuando seguimos esta prescripción misionera, descubrimos que incluso los efectos secundarios dolorosos mejoran nuestra condición. Nuestra salud espiritual, nuestro gozo, se multiplica por cien. Y cuando morimos, no morimos, sino que ganamos la vida eterna.

No busco apelar a ti para forzar tu valor y sacrificio por Cristo. Apelo a ti para que renuncies a todo lo que tienes a fin de obtener una vida que satisfaga tus anhelos más profundos. Apelo a ti para que cuentes todas las cosas como pérdida por la excelencia del valor de permanecer en servicio del Rey de reyes. Apelo a ti para que te quites los harapos comprados en la tienda y te pongas las vestiduras de un embajador de Dios.

Te prometo persecuciones y privaciones, pero "¡recuerda el gozo!". Mateo 5:10 "Bienaventurados los que sufren persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos". 

El 8 de enero de 1956, cinco indios Auca del Ecuador mataron a Jim Elliot y a sus cuatro compañeros misioneros, mientras intentaban llevar el evangelio a la tribu Auca, compuesta de sesenta personas.

Cuatro jóvenes esposas perdieron a sus maridos, y nueve niños perdieron a sus padres. Elisabeth Elliot escribió que el mundo lo consideró una pesadilla, una tragedia. Pero luego añade: "El mundo no reconoció la verdad de la segunda cláusula del credo de Jim Elliot:

'No es un idiota aquel que da lo que no puede conservar para ganar aquello que no puede perder'".

JP

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