NUESTRO PAN DIARIO
21/08/2012
Aguzarnos mutuamente
Hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro de su amigo. —Proverbios 27:17
Las redes sociales en Internet están creciendo. Aunque las personas estén a mucha distancia, pueden compartir ideas y encontrar un oído atento de sus conocidos en línea. Los blogs, los twits, los correos electrónicos y los sitios web ofrecen otras formas de poder recibir y brindar guía espiritual.
Pero también es valioso encontrarse cara a cara con creyentes maduros, para aprender. «[Eliseo] fue tras Elías» (1 Reyes 19:21). Pablo le enseñó a Timoteo como a un «verdadero hijo en la fe» (1 Timoteo 1:2), e incluso lo instruyó para que estableciera una cadena de enseñanza que multiplicara el crecimiento espiritual (2 Timoteo 2:2). Moisés exhortó a los padres a enseñarles a los hijos durante el día: «estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes» (Deuteronomio 6:7). El Maestro de los maestros, Cristo, demostró cómo enseñar: «Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar» (Marcos 3:14).
En estos pasajes, vemos la importancia de encontrarse cara a cara en diversos entornos para poder aguzarnos espiritualmente unos a otros (Proverbios 27:17). En la travesía de la vida, hay momentos en que podemos beneficiarnos con la ayuda de un guía sabio o brindarle el mismo servicio a alguien que quiera seguirnos.
—HDF
Nos necesitamos unos a otros para llegar adonde Dios quiere que vayamos.
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