viernes, 24 de junio de 2011

La ayuda de Dios


Escrito por Samuel Paquot Rivera


A menudo se mide la grandeza de un hombre por los recursos con que cuenta y por las relaciones importantes que tiene. Y se piensa que la habilidad que tenga para manejar sus recursos y relaciones determinará su éxito profesional y financiero, lo cual es parcialmente cierto.

Empero la herencia de Jehová es el recurso más valioso y la relación más profunda: la mujer prudente (Proverbios 31).

La ayuda idónea que Dios formó para el hombre es la mayor fuente de bendiciones que pudo recibir: es mucho más que un objeto decorativo, ayuda doméstica, bienestar físico o ingreso económico complementario que el mundo reconoce.

La mujer cristiana posee cualidades espirituales valiosísimas (la palabra idónea en su raíz significa ayuda de Dios). Ella vive el temor de Jehová, se sujeta al espíritu con mayor facilidad, tiene percepción moral más profunda, les es dado el don de discernimiento de espíritu (6° Sentido), el don de consolación y el don de servicio, de misericordia, enseñanza, etc.

Quien menosprecia a su mujer, menosprecia la ayuda de Dios y jamás encontrará ayuda por el mundo que sea idónea para él. (Génesis 2:20)

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